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Te explicamos cómo evitar que el dominio o dirección IP caiga en la lista negra y qué hacer si ya está allí
Una lista negra (también llamada lista de exclusión o blacklist) es una base de direcciones IP y dominios bloqueados que figuran en los envíos masivos de spam o virus. Esta base se usa para proteger a los usuarios de envíos de emails sospechosos.
Si alguien marca un correo como spam, el remitente de este mail se incluirá en este tipo de listas. De esa manera, sus envíos masivos se rechazarán automáticamente o caerán en la carpeta de Spam.
Los proveedores de correos electrónicos y servicios antispam no examinan cada una de estas listas. Combinan la información obtenida de las blacklists diferentes con sus propios datos para entender cuál es la reputación del remitente. Hay dos tipos de listas de exclusión: basadas en el nombre del dominio y en la dirección IP.
Listas negras de dominios: Constan de dominios que envían los emails que contienen en su cuerpo enlaces a recursos web sospechosos. Si el correo que envías encierra un link a una página web bloqueada, puedes terminar en spam.
Entre las listas negras de dominio se destacan las siguientes:
Listas negras de IP consisten de las direcciones IP que se añaden en las blacklists si caen en unas spam traps o si los destinatarios marcan a los correos como spam. Entre estas listas se puede nombrar las siguientes:
Spamhaus es una de las blacklists más famosas que recolecta tanto bases de IP, como dominios con mala reputación. Pero los proveedores de correo usan varias listas negras así que se recomienda asegurarse de no estar en ninguna de ellas ya que la reputación del remitente se empeora al caer en una de las blacklists.
Para detectar a los spammers, se suelen usar dos métodos: recolectar datos sobre las quejas de los usuarios y poner trampas de spam o las así llamadas cuentas “muertas”. Son cuentas de email abandonadas por sus usuarios durante cierto periodo de tiempo, en el caso de Gmail son dos años, o nuevas cuentas creadas por los email providers específicamente para identificar a los remitentes poco seguros.
Las trampas nuevas (también se llaman trampas puras) son las que aparecen en los recursos convenientes, tales como foros o blogs, donde se puede recoger una base de contactos para venderla más tarde. Si envías tu newsletter a una de estas direcciones, terminarás en una blacklist con un 95% de probabilidad.
Otro tipo de trampas llamadas recicladas son las cuentas de correo inactivas o congeladas hace tiempo. Al principio, si envías un email a un contacto con dirección abandonada, recibirás un mensaje de error, pero dentro de un año esta cuenta empezará a funcionar como una trampa. Las trampas recicladas son menos perjudiciales que las puras, pero también pueden afectar a tu reputación, porque significa que no mantienes en orden tu base de clientes. Si continúas enviando correos a estas trampas, te incluirán en una blacklist.
Tener una cierta cantidad de quejas es inevitable: unos pueden marcar tu newsletter como spam por un descuido, otros porque no encontraron el botón “Cancelar suscripción”. Los email service providers lo entienden, por eso tienen un valor recomendable para las quejas: de 0,1% hasta 0,2%.
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Los emails se identifican como spam por un filtro correspondiente o por los remitentes de los correos. Un filtro antispam puede considerar los mails como sospechosos si se usan ciertas palabras, por ejemplo: las que prometen dinero rápido, ingresos pasivos, entrada gratuíta, etc. En este artículo contamos más a detalle qué cosas pueden hacer que los mails se identifiquen como spam.
Otra causa es un mal trato a tus contactos, es decir, que envías newsletters a la gente que no tiene ningún interés en lo que comunicas. Esto puede pasar si compras una base de clientes en vez de crearla por tu propia cuenta.
A veces un maleante puede obtener el acceso a una cuenta de correo y usarla para enviar emails no deseados. Este tipo de ataque se llama phishing. Es una práctica generalizada entre los casinos online, vendedores de Viagra y otros spammers. Si hay sospechas de que alguien puede usar tus credenciales de mail, habría que detectar un software malicioso instalado en el dispositivo, eliminarlo y cambiar las contraseñas.
La dirección IP que se usa puede heredar una mala reputación si antes pertenecía a un ciberdelincuente. En este caso está en una o varias blacklists por alguna buena razón. En otros casos, la IP puede aparecer bloqueada sólo porque se parece a otra que se utiliza para enviar spam.
Una IP o un dominio tienen muchas posibilidades de estar bloqueados, por eso recomendamos comprobarlo de vez en cuando. Con este objetivo se pueden utilizar los siguientes servicios:
Veamos un ejemplo de verificación usando el MxToolbox. Primero abrimos el enlace para pasar a la página web del servicio y elegimos Blacklist Check en una lista desplegable.
Introducimos el dominio o IP que queremos verificar en el campo correspondiente y pulsamos el botón.
Aparecerá una lista de blacklists con el estado de tu dominio para cada una de ellas.
El estado OK significa que la lista correspondiente no incluye a tu dominio.
No hay precauciones que garanticen no estar en una blacklist, pero hay algunos consejos que sí pueden disminuir el riesgo de ser añadido a una de ellas.
Es un método simple para protegerse de las listas de exclusión. Si envías todas tus newsletters desde la misma dirección IP, te arriesgas a perderlas todas si ésta termina en una blacklist. Por eso te recomendamos hacer envíos masivos y mails transaccionales usando IPs diferentes.
Con este método se formará una base de suscriptores activos. Al suscribirse al newsletter, el usuario recibirá un correo dónde deberá confirmar su dirección de email. Así, se puede proteger el dominio de las trampas de spam, cancelaciones de suscripción y quejas de los usuarios. Este correo de confirmación justificará que hay el consentimiento para procesar datos personales del usuario.
Se recomienda eliminar suscriptores inactivos para mejorar la reputación como remitente. El nivel bajo de aperturas de correo electrónico y de la cantidad de usuarios que cliquearon en el enlace, quejas y envíos a emails abandonados muestran la calidad baja de tus contactos.
Para despertar la base de contactos vale la pena enviarles correos de reactivación y cancelar la suscripción de los que no la han confirmado. Envía mails ofreciendo puntos o descuentos a los que dejaron de abrir tus newsletters hace tiempo. Si el suscriptor no regresa, elimínalo de la base.
Para comprobar que el email del suscriptor existe y que recibe correos se pueden usar servicios de comprobación como Email Verifier. Simla.com tiene integrada la función de comprobación de direcciones de emails o números de télefono. Si un suscriptor no pasa la comprobación, esto se refleja en la interfaz del sistema. Simla.com no envía correos a ninguna dirección no comprobada.
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Se recomienda usar letras de tamaño visible y no ocultar el botón “Cancelar suscripción”. Así, se reduce el número de quejas dejadas por los destinatarios y no hay que perder tiempo con audiencia indiferente. Y como consecuencia no habrá problemas con los proveedores de correo. Además, es un factor que mejora la fidelización, porque los clientes entienden que los respetan , así como su derecho a no leer tus newsletters.
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Si a pesar de todas las precauciones, un día tu dirección IP o dominio se encuentra en una de las listas de exclusión, no hay razón para asustarse. Hay métodos que permiten deshacerlo y recuperar la buena reputación.
Examinar las tasas de apertura, de cancelación y de quejas. Leer las secciones FAQ en los sitios web con varios blacklists para identificar las causas más probables de bloqueo. Si han bloqueado la IP, puede que haya otros clientes del proveedor del correo que la usan de manera fraudulenta. Se recomienda resolver los potenciales problemas.
Informar a los Internet Service Providers (ISPs) o proveedores de correo que el problema está resuelto y pedirles que eliminen la dirección IP o dominio de la lista. Al recibir la respuesta, hacer lo posible para no estar bloqueado otra vez, porque los proveedores raramente ayudan a los que aparecen en sus listas y casi nunca vuelven a hacerlo otra vez.
¿Cómo puedo saber si mi dominio o IP se encuentran en una lista negra de correos? Si hay sospecha de que tu nombre de dominio o dirección IP pueden estar incluídos en una blacklist, puedes comprobarlo con servicios específicos como: MxToolbox, Sender Score, etc. Algunos servicios requieren registro y sólo comprueben las IPs. Así que si hay que verificar el dominio, se recomienda encontrar el servicio que lo pueda hacer (por ejemplo, MxToolbox).
¿Cómo acabar con un bloqueo? Primero, identificar la causa: examinar la analítica de entregabilidad, tasas de apertura, marcados de spam, clicks, etc. Al encontrar el problema, resolverlo y después de resolverlo ponerse en contacto con el soporte técnico de los proveedores de correo electrónico.
¿Cómo eliminar mi IP de una blacklist? Empieza por encontrar el porqué: si se envían correos basura o se usa una base de contactos comprada, se recomienda dejar de hacerlo. Si no se hace nada que se pueda considerar como “uso indebido”, quizá el IP haya sido víctima de los hackers o phishers. Entonces habría que comprobarlo, eliminar el software malicioso, si se encuentra, cambiar todas las contraseñas, mejorar la seguridad y contar con el soporte técnico del ISP.
¿Cómo verificar si mi dominio está bloqueado? Para saber si tu dominio está incluído en una lista de exclusión o no, se hace lo mismo que para la dirección IP: utilizar servicios específicos. Se puede pasar al sitio web de MxToolbox, elegir Blacklist Check en un menú desplegable, introducir el nombre de tu dominio en el campo de la izquierda y pulsar el botón: aparecerá una lista de blacklists con el estado del dominio marcado junto a cada una de ellas.
